Un 31 de julio del año 1898, se dio lugar un improvisado sobresaliente que tuvo que dar término a la novillada, por la cogida de los dos espadas que conformaban el cartel. Se lidia en primer lugar, en la plaza de toros de Madrid (Las Ventas), el novillo “Veleto”, de la ganadería del duque de Veragua.
A poco de salir, cogió a Domingo del Campo “Dominguín”, y le produjo una herida en la pierna derecha; y aún no habían transcurrido tres minutos cuando cogió al otro espada, que era Cándido Martínez “Mancheguito”, causándole una gravísima cornada en la región iliaca derecha.
Tras la muerte del primer astado se lanzó al ruedo el espada Manuel Corzo “Corcito”, y solicitó de la presidencia matar los novillos que restaban, que eran cuatro.
Obtenido el consentimiento del presidente, lo cual hizo vestido con traje de calle.